Potaje de cuaresma

La tracición dice que hay que abstenerse del consumo de carne durante los 40 días que preceden a la Pascua cristiana, aunque se ha reducido a los 4 viernes que preceden a la Semana Santa y otras tradiciones dicen que la abstinencia -prescindir de la carne un día- al menos sólo, durante el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.

Sea como sea, por tradición, por creencia o simplemente porque el potaje de cuaresma está muy rico, mi madre era la que lo preparaba y aprovechaba para comerlo en su casa, nunca me había animado hacerlo hasta ayer.

Ingredientes:

1 puñado de garbanzos crudos por persona.
150 gr Migas de bacalao.
200 gr espinacas.
1 hoja de laurel.
3 dientes de ajo.
1 cta pimentón dulce.
1 pizca de sal.

Preparación:

Se pone la noche anterior los garbanzos a remojo en agua caliente con un poco de bicarbonato.
El día que se prepara el plato, se cuecen los garbanzos con agua 20 min. en la olla express.
Se lava el bacalao cambiando el agua 2 veces, las migas de bacalao con 1 hora que se tengan desalando es suficiente.
Se cuecen las espinacas durante 2 min en agua y sal, cuando acabe la cocción, se pasan por agua fría para que perdure el color verde.
Se laminan 3 dientes de ajo y se refrien con un poco de aceite, se añade el pimentón y se refríe muy poco porque sino amarga, a continuación se añade el bacalao y la hoja de laurel y se refríe para que coja el gusto, se añaden las espinacas cocidas y escurridas, apretandolas con las manos para quitarles el excedente de agua y se cocina por espacio de 2 min.
Añadimos éste refrito a los garbanzos y cocemos todo junto por espacio de 5 min, para que se integren los sabores.
Se rectifica el punto de sal si fuera necesario.
Yo lo hice sobre las 10 de la mañana y lo comimos a las 2, creo que estando guisado se concentran muy bien los sabores porque a nosotros nos supo exquisito jeje.